Esta semana, las autoridades federales hicieron una pausa en la distribución de la vacuna contra COVID-19 de Johnson & Johnson/Janssen (J&J por su sigla en inglés) para investigar efectos extremadamente raros, pero graves encontrados en un número muy pequeño de personas después de recibir la vacuna. La información disponible hasta ahora es que seis mujeres de entre 18 y 44 años fueron diagnosticadas con trombosis sinusoidales venosas cerebrales (CVST por su sigla en inglés) combinadas con trombocitopenia dentro de las 1-3 semanas posteriores a su vacunación. Una murió y otra se encuentra en estado crítico. Alrededor de 6,8 millones de personas han recibido la vacuna de J&J antes de la pausa. Funcionarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés) y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) sostuvieron una conferencia de prensa conjunta, y el Comisionado interino de la FDA enfatizó que la pausa era dar "tiempo para quela comunidad médica aprendiera lo necesario sobre cómo diagnosticar, tratar e informar [2]" trombosis sinusal venosa cerebral (CVST) combinada con trombocitopenia, la combinación que pareciera tener un patrón que puede relacionarse con la vacuna J&J.
Muchos proveedores de servicios de salud de nuestra red han reportado que la resistencia más común que están escuchando de sus pacientes migrantes e inmigrantes es el temor en torno a la velocidad de desarrollo de las vacunas, y las preocupaciones sobre su seguridad. Esta interrupción en la aplicación de la vacuna J&J después de que seis personas tuvieran reacciones potenciales de entre casi siete millones demuestra que nuestros sistemas reguladores están funcionando bien identificando incluso efectos secundarios muy raros que pueden resultar de la vacuna - en este caso, menos de uno en un millón.
Esta pausa no indica directamente que la vacuna J&J no sea segura. Lo que si indica es que las autoridades sanitarias y reguladoras estadounidenses se están tomando el tiempo para investigar íntegramente y determinar si la vacuna de J&J es responsable o no de los coágulos sanguíneos. El Dr. Vivek Murthy, Cirujano General de los Estados Unidos, señaló que las pausas en las vacunas no son inusuales [3] como medidas para garantizar la seguridad de las mismas.
En consecuencia, reconocemos esta pausa en la aplicación de la vacuna como un claro indicador de la salud de nuestros sistemas de seguridad de vacunas y con mucho interés esperamos en un futuro próximo escuchar más de las autoridades. Alentamos a los proveedores de servicios de salud para que informen a sus pacientes y sus comunidades que esta pausa es un indicador de un sistema federal de vacunas que funciona bien para proteger a los pacientes de posibles daños, incluso un daño que puede afectar a menos de una persona por millón de dosis administradas.
Los síntomas de CVST incluyen dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, dolor en piernas y dificultad para respirar. Si bien los dolores de cabeza son un efecto secundario común de la vacuna, los dolores de cabeza como síntoma de CVST se presentan más de una semana después de la administración de la vacuna y tienden a ser graves. Los síntomas de trombocitopenia incluyen fatiga, petequias (pequeñas áreas superficiales de sangrado en la piel que resultan en pequeñas manchas rojas), sangrado espontáneo de las encías o la nariz, síndrome purpúrico o púrpura (hematomas excesivos), cortes de sangrado prolongados después de afeitarse, sangrado menstrual intenso que está más allá de lo normal para una mujer, sangre en orina o heces, esplenomegalia (bazo agrandado), sangrado que no se detiene, por ejemplo. Conforme los CDC publiquen más información al respecto de la vacuna J&J compartiremos dicha información.
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